Un cuento para comenzar

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Un viajante caminaba por las márgenes de un gran lago de aguas cristalinas e imaginaba una forma de llegar al otro lado, donde era su destino. Mientras miraba al horizonte un hombre de cabellos blancos se ofreció a transportarlo en su barca. La misma tenía dos remos de madera y en cada uno de ellos estaba grabada una palabra. En uno decía CREER y en el otro decía HACER. El viajante no pudo con su curiosidad y preguntó la razón de aquellos nombres tan originales.El anciano tomó el remo donde estaba escrita la palabra CREER y remó con toda su fuerza. El barco comenzó a dar vueltas sobre si mismo sin salir del lugar donde estaba. Lo mismo hizo con el otro remo y dio vueltas en sentido contrario sin ir para adelante. Finalmente tomo los dos remos y moviéndolos rítmicamente impulsó el barco hacia adelante, navegó por las aguas del lago hasta llegar al otro lado. Entonces el marinero le dijo al viajante: Si quieres llegar al otro lado y lograr tu objetivo necesitas creer que algo o alguien te va a ayudar y acompañar pero también necesitas hacer por tu mismo.
Moraleja: Creer sin Hacer es como el caballo de un monumento, no te hace puede hacer ninguna trastada (por ejemplo tirarte) pero tampoco te lleva ningún sitio.

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1. A DESCARGAR FOTOS COMO L@S LOC@S

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